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A partir de ahora cuando trate de mi colección, sólo hablaré del primer clon fotografiado en la página anterior, clon que compré en 1996 en casa de Matthias Uhlig (Uhligkakteen) en Alemania. Matthias lo hacía crecer y florecer abundantemente en una parte especial de su invernadero, sobre una cuenca llena de agua, en un ambiente muy húmedo con una temperatura que nunca bajaba de 18 grados.
Las condiciones de cultivo en mi invernadero no son nada idénticas ya que cultivo dicha planta como las demás cactaceas epífitas, bajo una temperatura mínima de 9 a 12 grados y una húmeda relativa que puede bajar hasta 60%. Durante el verano pongo la planta en un sitio sombreado de mi jardín donde vive al ritmo del clima de la comarca de París, bastante húmedo pero, a veces, algo frío (tener temperaturas de 11 a 13 grados por las noches no es ecepcional en Julio, Agosto y Septiembre).
Al cabo de unos años empecé a decepcionarme e interrogarme sobre las causas de las necrosis invernales y la no florescencia.
Al cabo de unos años empecé a decepcionarme e interrogarme sobre las causas de las necrosis invernales y la no florescencia. Entonces decidí colocar en invierno durante dos otres años la planta en el interior de mi casa, bajo un tubo horticola, una temperatura mínima de unos 16 grados y una humedad relativa de 40 a 50%. El resultado no fue muy concluyente : poco disminuyeron las necrosis y las flores siguieron sin aparecer.En cambio, aprendí algo curiosísimo en lo que concierne la … resistencia al frío
UN INCIDENTE TANTO EXCEPCIONAL COMO INSTRUCTIVO.
Antes de iniciar las vacaciones de Navidad de 2002, temporada en que estaría fuera de casa, decidí transportar algunas plantas frágiles a casa de un amigo ya que tenía intención de reducir la calefacción en mi propia casa. Entre estas plantas estaba mi querida Wittia amazonica. Pero hice el transborde por la noche y, en la precipitación de mi salida, olvidé Wittia amazonica en el maletero de mi coche. Había mojado con abundancia su compost para facilitar el trabajo de riego de mi amigo. Pues, la planta se quedó durante unas dos semanas en la oscuridad del maletero de mi coche estacionado en el aparcamiento delante de mi casa. Durante mi ausencia la temperatura exterior bajó, por lo menos una noche, hasta 12 grados BAJO 0. No hace falta señalarles que, a la vuelta, cuando me di cuenta del olvido, no cabe duda que creí haber perdido definitivamente la planta. Pero, como no parecía enteramente dañada la puse en mi invernadero frío y decidí observarla durante unos días. Algunos artejos se reblandecieron y se volvieron negros : estaban helados. A mi gran sorpresa, otros parecían intactos, visto esto decidí cortar unos cuantos y desquejarlos ; también pensé conservar la planta madre. Ésta murió pocos meses después ; en cambio los esquejes, que no habían helado, tomaron y con éstos pude recuperar la planta. ¡ Qué buen ejemplo de resistencia al frío !
Desde aquel incidente volví a cultivar Wittia amazonica en mi invernadero frío como antes lo hacía. Pero, desde 2002 hasta 2008 seguí sin observar ninguna flor sólo se formaban unos capullos que rápidamente avortaban.
Mi manera de cultivar parecía mala y quise compararla con otra.
OTRAS CONDICIONES DE CULTIVO.
Tengo la suerte de tener por amigo y vecino a Michel Monnier que posee en su invernadero frío un terrario caliente y con cristales donde cultiva plantas originarias del Asia del Sur y de Australia (Tailandia,Vietnam, Malasia, Indonesia, Norte del Queensland), que son plantas mirmecofilas, es decir que viven en simbiosis con hormigas que se alojan en su caudex ; en cambio nutren sus hospedarios con las deyecciones que depositan en cuartos apropiados del caudex.
Tanto las unas como las otras poseen la facultad de crecer en la naturaleza entre unos 15 grados de latitud Norte y unos 15 grados de latitud Sur, en zonas de poca altitud, muy húmedas y calurosas.
Vista general del terrario y de los hilos eléctricos que calientan el agua.
Algunas plantas mirmecofilas.
Y las condiciones térmicas y hidrométricas de aquel terrario me interesaban particularmente : una temperatura siempre comprendida entre 20 y 40 grados y una humedad relativa de 100%, puesto que el suelo del terrario se hallaba continuamente ocupado por una capa de agua que calentaban hilos eléctricos con aislamiento. Entonces le dejé a mi amigo , hará unos dos años, un ejemplar de mi Wittia para observar su comportamiento bajo dichas condiciones tan diferentes de las mías. La cultivó en una maceta colgante sobre la capa de agua, en turba, en un sitio sombreado.
¡ Cuál fue mi sorpresa, un día de la primavera de 2008, cuando Michel me llamó por teléfono para anunciarme que Wittia amazonica florecía y que su flor era parcialmente azul ! Mi amigo había obtenido una florescencia mucho más rápida que la mía.
Y, por colmo de suerte, observé la aparición de capullos en la Wittia amazonica de mi invernadero . Creí que como siempre avortarían rápidamente ; me equivocaba : llegaron hasta su completa abertura.
Pensé inmediatamente que Wittia amazonica era la única cactacea cuya flor contenía pigmentos azules y luego que se podía pretender, usando selecciones y/o cruces utilizar esta planta para obtener el primer Cactus con flores azules.
Era despachar el trabajo. Un artículo de Alain Laroze, escrito en « Le Cactus Francophone » (hay un enlace hipertexto pulsable al final de mi artículo) me hizo recordar que el color en las plantas es debido a dos familias principales de pigmentos : las betalainas y las antocianinas que no pueden coexistir en una misma planta. En particular, en el caso de los cactus, las antocianinas son ausentes y reemplazadas por las betalainas. Las betalainas se dividen en dos grupos : las betaxantinas de color amarillo y las betacianinas de color rojo tirando a morado. No hay betalaina de color azul y por eso es por lo que la obtención de un cactus con flores azules parece imposible.
El color azul de las extremidades de los pétalos
de Wittia amazonica sería debido a la estrúctura de las celulas
de la superficie de la flor (reflexión de los rayos de luz ?) y no
a un pigmento.
LOS RESULTADOS COMPARADOS DE AMBOS MÉTODOS DE CULTIVO.
He aquí, la una debajo de la otra las dos flores del mismo clon de Wittia amazonica. La primera se abrió en el terrario caliente y húmedo la segunda es una de las que obtuve en mi invernadero, bajo una atmósfera mucho más seca y fría.
Flores nacidas en el terrario de mi amigo.
Flor nacida en mi invernadero.
Las dos flores, aunque sean del mismo tamaño, presentan diferencias notorias : las primeras tienen un tubo blanco mientras que el de la segunda es de color rosa. El azul de la segunda parece más intenso que él de la primera.
A mi parecer, esto se debe a la diferencia de temperatura y cultivo. La variabilidad del color de las flores es muy importante en los Schlumbergera : los Schlumbergera de color blanco o amarillo se tiñen un poco de color rosa cuando la temperatura baja de los 15 grados a partir de la formación de los capullos hasta su abertura ; la coloración en rosa es cuanto más intensa tanto más baja la temperatura mínima. De una manera más general, otros Schlumbergera tienen un color de flores sensible a la temperatura : unas temperaturas más calurosas dan en algunos híbridos matices más claros y de color pastel mientras que unas temperaturas más frías dan una coloración más sombría y púrpura. En todos los casos, la blancura del tubo de la flor, cuando es blanco bajo una temperatura alta se vuelve cada vez más oscura mientras ésta va descendiendo.
También observé la termosensibilidad del color de las flores en algunos Epiphyllum (X King Midas, por ejemplo, cuyo mismo clon puede dar flores de un anaranjado pálido hasta un anaranjado vivo, casi rojo).
Esto, también podra explicar (ecepto los errores de etiqueta) por qué las plantas que cultivamos no tienen siempre colores absolutamente conformes con las del catálogo del productor en casa de quien las compramos ; hace unos años que traté este asunto con Chuck Everson de Rainbow Gardens ; para él las condiciones de cultivo bien influyen sobre el color de las flores.
Claro está también que, si las diferencias son muy importantes, la cuestión de la mala indicación es a veces la buena respuesta (si me atrevo a decirlo así).
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