LA FLORESCENCIA
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ZYGOCACTUS X "WHITE CHRISTMAS"
Al cultivar todos los géneros y especies indicados en la página "especies botánicas e híbridos, tengo, en mi colección una florescencia casi inenterrumpida durante todo el año. Noto períodos menos intensos en enero, febrero y agosto, y picos de florescencia intensa en abril, mayo, junio, y también en octubre, noviembre y diciembre. Tal resultado se mejora esencialmente si cuento con los Rhipsalis que florescen durante todo el invierno.
Después de varias pruebas de distintos métodos de cultivo y observaciones de mis éxcitos y fracasos, los factores importantes para obtener una florescencia abundante y vigorosa parecen ser : la luz, la temperatura, el aporte nutritivo del compost y de los abonos, la estancia fuera del invernadero durante el verano ; soy más reservado por lo que se refiere a los riegos de invierno.
LA LUZ
Muchos libros encomiendan cultivar las cactaceas epifitas en una situación de luz tamizada, evitando un sol directo, sea en situación de sombra o semisombra. Pero, cuando visitamos las selvas tropicales, donde crecen las especies botánicas, nos damos cuenta de que la media sombra del biotopo era casi equivalente al gran sol de la región de Paris. Tampoco hay que olvidar que las vidrieras de nuestros invernaderos no dejan pasar un porcentaje muy importante de los rayos del sol en el espectro ultravioleta mientras que tales rayos están presentes en el biotopo (y no estoy hablando de los cactus no epifitos que viven en los Andes a una altitud de 3000 o 4000 metros y que reciben una cantidad de rayos ultravioletas imposible de obtener en mi casa ; este problema es mucho menos grave para las especies epifitas cuyos biotopos tienen altitudes más bajas).
Por lo leido y la falta de experiencia, empecé por cultivar mis epifitos ( especies botánicas e hibridos ) en lugares poco soleados de mi invernadero ; hasta utilicé cortinas de techo para preservarlos del sol directo. Obtuve así una florescencia satisfactoria para ciertas plantas ( Zygocactus, Nopalxochia, algunos Epiphyllum ) pero francamente decepcionante para otras (particularmente muchos Epiphyllum híbridos). Pues, decidí instalar estas plantas en un sitio de mi invernadero donde les daba directamente el sol. El resultado fue espectacular : aparición o notable aumento de la florescencia después del primer invierno en situación soleada. Para añadir un último argumento, diría que noto, muy a menudo, en una misma planta, una florescencia abundante en los artejos expuestos al sol y ausencia de flores en los artejos expuestos a la sombra.
La conclusión es evidente : el sol es necesario para tener flores.
LA TEMPERATURA
Para un sinnúmero de cactaceas epifitas, hace falta una baja temperatura en invierno para que se obtenga una florescencia en primavera.
Durante todo un invierno, cultivé Disophyllum dentro de mi casa en un lugar donde la temperatura raras veces bajó de los 16°C . Ninguna flor obtuve en primavera. Las mismas plantas se quedaron el invierno siguiente en el invernadero al frio, donde mantego la temperatura mínima más o menos a 10°C. Desde aquel entonces se cubrieron de numerosas flores en cada primavera. Mantengo dicha temperatura minima de 10°C por precaución en cuanto a varias especies botánicas que tienen la fama de ser frioleras, pero pienso que podría bajarla hasta 5°C para casi toda la totalidad de mi cactaceas epifitas.
Para obtener una buena florescencia, hace falta una temporada de invierno con una temperatura mínima bastante baja.
LOS ABONOS.
Al principio practiqué el método sin aporte de abono. Desde hace unos tres años cambié de táctica y nutro regularmente mis plantas dándoles un abono para geranios (relativamente pobre en nitrógeno y mas rico en fósforo y potasio ) Añado tal abono al riego cada dos por tres riegos. Despúes de adoptar este nuevo método noté una mejora del crecimiento vegetativo que no cesa del todo en invierno pero también, y sobre todo, una florescencia mucho más abundante y vigorosa. Sin embargo, no hay que abusar de los abonos que pueden volver las plantas menos resistentes.
Pues, pienso que para tener flores, hay que tener plantas bien nutritas.
LOS RIEGOS DE INVIERNO
Para eso también, probé varios métodos : el primero consiste en parar el riego desde octubre o noviembre hasta febrero más o menos ; las plantas tienen un aspecto marchito antes que empiece el nuevo riego pero suelen volver a nacer rápidamente y sin daño alguno. El segundo consiste en regar moderamente durante todo el invierno, sea una vez cada dos o cuatro semanas.
En lo que concierne la florescencia, no observé una diferencia significativa entre los dos métodos y adopté el segundo ya que el aspecto vegetativo de las plantas es más agradable y también porque así puedo, durante el invierno, seguir aportando abono.
EL TRASPLANTE
Constaté con sorpresa que un trasplante cambiando el compost usado por un nuevo produce una aceleración del crecimiento en detrimento de la florescencia que es decepcionante el año que sigue el cambio de maceta; pero todo se aplana el año siguiente. En cambio, cuando el compost está demasiado usado, la florescencia disminuye hasta con aportes de abono.
LOS CASOS PARTICULARES
Los Schlumbergera o Zygocactus : En este género, la formación de los capullos florales es condicionada por la duración de la noche : las yemas aparecen sólo cuando esta tiene una duración suficiente, eso, durante septiembre u octubre en nuestras comarcas. Esto es lo que explica la falta de florescencia de las plantas conservadas en el interior de las casas alumbradas por las noches.. Esto permite también favorecer la florescencia en cualquier época del año si la duración bastante larga de la noche está simulada con cualquier método artificial.
Además, el color blanco o amarillo de la flor de los Zygocactus es sensible a la temperatura mínima, durante la época entre la formación de los capullos y la florescencia; si la temperatura baja de los 15°C, las flores blancas o amarillas toman un tono rosado cuya intensidad aumenta mientras disminuye la temperatura mínima. La mezcla de los colores blanco y rosado o amarillo y rosado puede producir muy buen aspecto. Personalmente, con la intención de constituir, para mi sitio, fotos con blancos y amarillos puros, mantuve durante este año la temperatura mínima a 14°C como lo mencionan en ciertos libros.. Sin duda alguna, bajé demasiado la temperatura como podrán constatarlo cuando miren mis fotos (ver, por ejemplo, el híbrido blanco "Bridgeport" y el amarillo "Gold Charm"). Tampoco estoy seguro de que la temperatura mínima de 15°C sea demasiado baja para obtener un blanco puro como la foto que ilustra esta página, foto que proviene de una planta comprada en el comercio cuando ya estaba en flor.
Cryptocereus anthonyanus : La cultivé durante 11 años antes de ver las primeras flores. Al principio todo era normal ya que sabemos que esta planta no florece sino después de llegar a cierto tamaño. Después de estos primeros años probé varios métodos contradictorios tocante a los riegos de invierno, la situación de invernada y los aportes de abono.Aparecieron las primeras flores (quizás se apura casualidad en 2002) depués de un invernado en situación soleada durante el cual no dejé de regar y aportar abono.
Los Selenicereus : En mi colección, no querían florecer. Después de tomar informes (en parte contradictorios) cerca de coleccionistas, que no tienen tales problemas, decidí aplicar, el invierno 2002-2003 el mismo método que para Cryptocereus anthonyanus : sol y riegos con abono. En la primavera 2003, Selenicereus urbanianus hizo dos flores, y después, tengo cada año flores más numerosas de este Selenicereus, y también de Selenicereus grandiflorus.
Schlumbergera opuntioides et Wittia amazonica : tampoco nunca florecieron. Pienso que es un problema de temperatura minima demasiado baja para el primer y de luz insuficiente para el segundo.
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