LAS CACTACEAS EPIFITAS EN CULTIVO

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UNA CALLE DE MI INVERNADERO

 

EL LUGAR DE LA COLLECCIÓN

Colecciono las cactaceas en la región de Paris (Francia). desde 1988 en una veranda transformada en invernadero. Constaté, en mi colección, que, mucho mejor que la mayor parte de los globulares, las cactaceas epifitas se adaptan a nuestro clima donde no luce siempre francamente el sol. A pesar de todo, hay que proporcionar a dichas epifitas un máximo de luz un buen sol durante el crecimiento y la florescencia.

Por eso cultivo en un invernadero expuesto al Sur, donde la temperatura no baja de los ocho grados Celcius gracias a convectores eléctricos.Mantego una temperatura minima de 15°C durante la florescencia de los Schlumbergera cuyo color es sensible a la temperatura minima (quiero hablar de los hibridos a florescencia blanca o amarilla que toman un fuerte color rosado cuando no se respeta dicha exigencia).

Durante el verano (más o menos desde la mitad de junio hasta el final de septiembre), pongo toda mi colección en mi huerto, en un sitio donde el sol es filtrado por árboles.Esta estancia al exterior es muy apreciada por mis plantas (sólo hay que mirar su vegetación para darse cuenta)..

EL COMPOST

Al igual de muchos coleccionistas, no cultivo las cactaceas epifitas como epifitos, es decir sobre troncos de árboles por ejemplo. Desde este punto de vista los considero como cactaceas terrestres, que toman raices en macetas llenas de compost.. Estas, la mayor parte de las veces, son macetas colgantes. El compost debe tener un PH ácido y uso tierra de castaño y puzolana que drena y aerea el suelo favoreciendo también el mantenimiento del agua., trato actualmente de substituir a la puzolana la perlita o vermiculita, materias cuyo peso es mucho menos importante.

LOS RIEGOS.

A los cactus epifitos no les gusta un compost que esté seco durante largo tiempo (ecepto, eventualmente, en invierno). Para mantener lo más ácido posible el PH del suelo, no riego sino con el agua de la lluvia que suelo recuperar a partir de mi tejado. La frecuencia de los riegos difera de, una vez cada tres semanas en invierno a una vez por semana desde que empieza la primavera, eso mientras están las plantas en el invernadero. Cuando están fuera dejo que actúe la naturaleza bastante lluviosa de la zona de Paris.

LOS ABONOS.

Si no abusamos de ellos, los abonos son, a mi parecer, muy útiles para el crecimiento y la florescencia de la vegetación.Podemos incorporar al compost Osmocote 9,13,18 especial para cactus cuando cambiamos la maceta. Luego, tengo por costumbre mezclar abono para geranios con el agua del riego, una vez cada dos o tres riegos, particularmente para favorecer la formación y el desarollo de las flores. Una gran marca de abonos propone un sistema verdaderamente cómodo si, como yo, se riega con agua de lluvia y por aspersión : se trata de un distribuidor que se añade al tubo de riego después de llenarlo de abono en polvo, éste se disuelve en el agua con una concentración adecuada.

LOS PARÁSITOS.

Se dice a menudo que las plantas correctamente cultivadas son menos sensibles a los parásitos y enfermedades ; eso es verdad, pero, sin embargo, hay que saber que puede occurir un día u otro y hay que estar listo para reaccionar, o sea obrar con prevención.. Los parásitos que me causan alguna pesadilla son las cochinillas y los piojos de las raices,arañas rojas, y también caracoles y babosas tanto como orugas. Contra las cochinillas y piojos de las raices, trato, una vez al año, en mi huerto toda mi colección, tratamiento preventivo y curativo a la vez. Con dicha precaución no tengo graves problemas.Contra las arañas rojas, más dificiles de detectar con tiempo, hago una pulverisación de Dicofol sobre todas las plantas, en cuanto noto la presencia de dichos parásitos ; lo que ocurre a menudo en primavera, cuando la temperatura empieza a subir y que la reproducción puede acelerarse.Paradógicamente, las orugas atacan sobre todo en otoño e invierno ; una o dos pulverisaciones a base de bacillus thurigensis (producto de la agricultura biológica corriente en el mercado) permiten deshacerse de dichos parásitos que rápidamente pueden causar importrantes daños. No me detengo mucho en los caracoles y babosas que suelen atacar en verano en el huerto ; no hay que ignorarlos pero cualquier contrababosas basta.

LAS ENFERMEDADES.

Ecepto ciertas especies botánicas y algunos hibridos de origen californiano, mis cactus epifitos son poco sensibles a las enfermedades.

Sólo observo algunos casos de podredumbre de los artejos y me contento con cortar por razón de seguridad (para evitar cualquier tipo de extensión) .Algunos epiphyllum botánicos tienden a producir necrosis en invierno y a tener un crecimiento débil., no encontré todavía ninguna solución a este problema. Algunos híbridos parecen ser atacados por virus. Para eso tampoco, encontré solución, pero estas plantas no parecen contaminar las otras. Ecepto esas reservas, la mayor parte de mis epifitos están sanos.

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